Un título cargado de nostalgia, buena vibra y música sensacional. ‘Todo bien, nada en orden’ es la reciente producción de la joya del rock indie nacional Autobus. El álbum contiene 17 temas prometiendo dar una hora de sonoridades intensas y profundas que siempre ha caracterizado al grupo, que se acerca a dos décadas de existencia.
Del disco tuvimos adelantos desde el 2020, con canciones destacables como “Once” y “Sobre-viviendo”, dos piezas contundentes que auguraban nueva inspiración y retos para la producción que lleva el nombre de un tema novedoso y destacable, ubicado a la mitad del viaje sonoro.
Una de las novedades es la perenne búsqueda de sonido de Autobus que podremos encontrar en uno de mis temas favoritos, “Quiero Cambiar”, o también en el single “Nos vamos a fundir”, que mezcla universos de cuerdas entre el rock argentino de los noventas y el sonido brutal del pop británico en la época de los Beatles.
Si seguimos indagando sobre la evolución sonora de la banda con ‘Todo bien, nada en orden’, te ganarás con referencias marcadas entre peculiaridades influyentes de gigantes del género como las obras de Mac DeMarco o Tame Impala. Una afirmación que de seguro Autobus no deja escapar de sus raíces, siendo a tal punto de ser quizás la producción más vistosa y contundente en la que hayan producido Luis Piccini (vocalista y fundador) y compañía.
Ya que mencionamos compañía, es vital la participación de los chilenos de We Are The Grand, el proyecto argentino El Príncipe Idiota e Imposible, donde funcionaron correctamente sus ideas en “Un Pendiente”, «Piloto automático» y “Vamos Lento” respectivamente, y que son extremadamente distintas pero con una coincidencia que encierra toda esta producción: una actitud positiva.
Y te parecerá algo contradictorio, porque vas a encontrar varios subtemas como el desamor, falsas promesas, dudas existenciales y otras de menor escala, pero Autobus te dice a su estilo que, a pesar que todo pueda estar mal en cualquier aspecto de nuestras vidas, una actitud positiva es lo que necesitas para seguir avanzando contra todo, como ha venido haciendo la banda en sus casi dos décadas en la escena, siendo pioneros del movimiento «indie» en el Perú, allá por el 2006.
En conclusión, ‘Todo bien, nada en orden’ te propone una suculenta variedad de emociones y situaciones, donde no importa lo que pueda pasar, debes seguir creyendo que todo puede mejorar, como un merecido reconocimiento al grupo y el camino que abrieron para que la escena que sonoramente conocemos hoy siga creciendo contra todo pronóstico. Súper recomendado el disco de principio a fin.
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