La famosa saga de terror creada por Sam Raimi regresó con más sangre, gore, terror y suspenso, poniendo así punto final a la trilogía. O al menos por ahora.
Evil Dead es sin duda una de las sagas más famosas de películas de terror que existe. Fue en 1981, donde su director Sam Raimi (el mismo de la trilogía de Spiderman de Tobey Maguire), dio luz al primer filme, donde cuatro jóvenes acampan en un bosque y encuentran el tenebroso libro Necronomicón (o Libro de la Muerte). Si bien su origen nace en la literatura de H.P. Lovecraft, fue en la primera película donde se dio a conocer, ya que su uso trae consecuencias desastrosas y sangrientas.
Uno de los jóvenes al leer las líneas del libro, libera espíritus malignos que violan a una de los jóvenes, creando así una posesión demoníaca que busca expandirse por medio de la destrucción y caos. Finalmente, el joven sobreviviente Ash Williams (Bruce Campbell) sale del bosque en búsqueda de nuevas oportunidades, sin saber que el libro se convertiría en su peor enemigo y pesadilla. Y así nacieron dos películas más, completando la famosa trilogía.
Si bien hubo un regular remake y una serie que narra los enfrentamientos de Ash frente a los poseídos de la Necronomicón (Ash vs The Evil Dead), no fue hasta el presente año donde se anunció una cuarta parte que continuaría la trilogía de Raimi, cuyo director sería el irlandés Lee Cronin.
En esta cuarta parte, se narra la convivencia de una madre soltera (Alyssa Sutherland) con sus tres hijos y con la visita de su hermana menor (Lily Suvillan). Uno de ellos encuentra la Necromicón e ingenuamente comienza a leer las prohibidas líneas, trayendo los espíritus demoníacos para que violen a su pobre madre, convirtiéndola así en una poseída más. Lo que vendría luego sería un festín de sangre, tripas y gore.
Más sangre, más originalidad
Evil Dead siempre se caracterizó por ser una película de terror bastante violenta, cuyos efectos especiales además de ser asquerosos, son repugnantes. En un momento se amenazó con que iba ser censurado, pero fue su historia que terminó cambiando su destino, convirtiéndose en uno de los filmes más respetados y queridos del género de terror.
Para la cuarta parte, la dosis sangrienta se multiplica, donde lo grotesco es más elevado. Brazos salidos, ojos siendo clavados por lápices, motosierras destripando órganos y entre otras sangrientas secuencias que forman parte de su festín. Precisamente, eso que lo hace especial al filme, ya que hablamos de un gore no morboso ni mucho menos mal expuesto, sino de una ejecución asombrosa, causando a los espectadores el deseo de ver más sangre. No hay duda que Raimi estaría orgulloso y contento.
Influencia de Raimi sin su presencia
En el 2013 hubo un remake de Evil Dead, cambiando la época, pero sin dejar la trama, aunque esta vez la sobreviviente era una joven. En dicho remake, Sam Raimi y su amigo Bruce Campbell fueron productores.
Para esta oportunidad, el director le brindó la confianza a Cronin para que con su productor Rob Tapert lleven el proyecto. ¿El resultado? Además de tener una buena recepción por parte de los seguidores de la saga, tiene una aprobación de 84% en Rotten Tomatoes y en Metatric una calificación de 69 de 100. Y hasta el momento generado $86.5 millones de dólares a dos semanas de su estreno.
Hace poco, Campbell anunció que tras el comienzo exitoso de Evil Dead Rise, posiblemente el junto a Raimi crearían más filmes de la famosa saga en unos años. Incluso el director Lee Cronin mencionó tener unas ideas para crear una serie que continuaría la cuarta parte. Mientras más sangre salga y pueda estar nuestro querido Ash, valdrá la pena mantener vivo el universo de Evil Dead.
Mira el tráiler aquí:
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