Cuchillazo explora la furia humana en su nuevo sencillo «Rabia de Nada»

Cuchillazo, la banda que ha cincelado su nombre en la historia del rock peruano, regresa con un nuevo sencillo que sacude los cimientos de la conciencia. «Rabia de Nada», estrenado en el imponente Estadio Monumental durante la celebración del centenario del Club Universitario de Deportes, es una descarga emocional que golpea directo al centro de la condición humana. Distribuido por Altafonte, este lanzamiento llega como un grito visceral en medio del caos contemporáneo.

El evento, cargado de euforia y pasión futbolística, fue el marco ideal para la presentación en vivo de esta potente creación. Cuchillazo, siempre fiel a su esencia, tomó por asalto el escenario, dejando una huella indeleble en los miles de espectadores presentes. «Rabia de Nada» no fue solo una novedad en su repertorio, fue la reafirmación de su identidad, una ráfaga de crudeza que recuerda por qué la banda se ha mantenido como un referente en el panorama musical desde los días de la serie “Misterio”.

La canción aborda el tema de la ira, una emoción tan antigua como la humanidad misma. Aquí, Cuchillazo no busca justificar ni explicar, solo exponerla en toda su magnitud. El grupo desnuda esta fuerza interna, transformándola en una tormenta de sonido que desafía al oyente a enfrentarse a sus propios impulsos más oscuros. No hay espacio para la calma, solo un enfrentamiento directo con la furia que todos llevamos dentro.

En términos de producción, «Rabia de Nada» es un puñetazo sonoro que no deja lugar a dudas. La banda mantiene su crudeza característica, con una ejecución que magnifica cada riff y cada golpe de batería, creando una atmósfera cargada de tensión. Cuchillazo no se ha suavizado; por el contrario, ha refinado su capacidad para canalizar la rabia en formas más impactantes, consolidándose como una voz inconfundible en el rock peruano.

Este cuarto sencillo del 2024 subraya la implacable fuerza de Cuchillazo en la escena musical peruana. «Rabia de Nada» desafía al oyente a reflexionar sobre las emociones más primitivas que nos habitan, recordándonos que la furia no siempre necesita ser comprendida; a veces, solo necesita ser expresada con toda su crudeza.

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