Yardigans y su nuevo hogar en Lima: mudarse para crecer, creer y crear

Moverse a otra ciudad es como desarmar una habitación que ha sido tu refugio. Yardigans, desde su base cusqueña, construyó con paciencia una escena energética en el indie rock peruano; pero ahora, al empacar sus guitarras y sueños, están listos para afrontar Lima con la determinación que los caracteriza. Tras años de hacer de Cusco un ejemplo para la autogestión musical, este trío busca que la capital sirva como su siguiente escalón en la ruta hacia nuevos públicos, escenarios y alianzas creativas.

Cusco siempre será el lugar donde Yardigans encontró su voz. En 2018, su primer disco, YRDGNS, se sintió como un golpe de aire fresco entre los jóvenes músicos locales. Inspirados por el espíritu de comunidad de la banda, emergieron nuevos proyectos que comenzaron a registrar su propia música y apostar por sonidos más ambiciosos. Con su segundo álbum, Please, Please (2023), Yardigans subió la vara otra vez, dejando en claro que la independencia no solo es una elección, sino una necesidad en un entorno que antes prefería versiones antes que canciones originales.

La mudanza a Lima representa más que un cambio geográfico para Yardigans. Es una apuesta arriesgada, quizás la más grande en su trayectoria, por conectarse de manera más directa con las diversas audiencias que la ciudad concentra. Su próximo show con Autobus y Santa Madero promete ser un inicio cargado de emoción, un primer contacto para demostrar que el indie rock cusqueño también puede hacerse fuerte lejos de su lugar de origen. En el horizonte cercano, un disco en vivo, grabado en el templo de su antiguo colegio, marcará una despedida simbólica y una bienvenida al futuro que están construyendo.

Hablar del legado de Yardigans en Cusco es reconocer cómo lograron cambiar la percepción de lo posible. Inspiraron a otros músicos y ayudaron a que la escena local ganara en consistencia y ambición. No es gratuito que hoy en la ciudad los pocos venues existentes apuesten cada vez más por conciertos de música propia. Ahora, desde Lima, Yardigans busca ser esa chispa para una nueva generación de proyectos fuera de la capital, visibilizando lo que las regiones tienen para ofrecer.

Yardigans no deja Cusco; lo lleva consigo como parte esencial de su historia. La conquista de Lima no es una promesa, es su forma de gritar que la independencia no tiene fronteras, que su música es tanto de los callejones de San Blas como de los rincones más eclécticos de Barranco. Yardigans no solo se muda, expande su casa a donde pueda llegar el eco de sus canciones.

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