Entre andes y asfalto: ‘Gregorio’ vuelve a la pantalla grande en una edición remasterizada

En el umbral de su cuadragésimo aniversario, Gregorio retorna a las pantallas en una versión restaurada que promete reavivar la llama de un clásico. Este jueves 14 de marzo, el cine peruano celebra su patrimonio con la reedición de una obra que trasciende el tiempo.

Gregorio, estrenada en 1985, no es solo una película; es un espejo de la realidad peruana, una ventana al alma de un país y sus gentes. Dirigida por el trío Legaspi, Kaspar y Espinoza, y protagonizada por Marino León, esta cinta es un testimonio de la migración, de la lucha, del encuentro de mundos que coexisten y chocan.

La historia de un niño andino en la metrópolis de Lima es un relato de supervivencia y adaptación. Gregorio, con sus 12 años, nos enseña que la vida es un constante aprendizaje y que cada calle de Lima puede ser una lección. Los niños del tranvía abandonado son la representación de la inocencia en medio del caos, un símbolo de la resistencia infantil.

La restauración de Gregorio es un acto de amor por el cine y por la historia. Guarango Cine y Video, junto a los creadores originales, han dado nueva vida a la imagen y sonido bajo la batuta técnica de Ricardo Cabellos. Este proceso meticuloso asegura que la experiencia de ver Gregorio sea tan impactante hoy como lo fue hace décadas.

El reconocimiento internacional de Gregorio habla por sí solo. Premios en La Habana, Bogotá, Madrid y Suiza son testigos del poder narrativo y emotivo de esta película. Pero más allá de los galardones, Gregorio es un emblema de identidad, una pieza clave en el rompecabezas cultural peruano.

El reestreno de Gregorio es una invitación a redescubrir una joya del cine, a sumergirse en una historia que es tanto personal como colectiva. Es una oportunidad para las nuevas generaciones de conectar con su herencia y para los que ya la conocen, de revivir las emociones que solo el buen cine puede despertar.

Este 14 de marzo, las salas de cine se convierten en cápsulas del tiempo que nos transportan a un Perú de contrastes y belleza. Gregorio es más que una película, es un pedazo de historia viva, un canto a la resiliencia y a la esperanza. No es solo un evento cinematográfico, es un encuentro con nuestras propias historias.