Huelga de Hambre anuncia único show reunión este 29 de noviembre

Hay bandas que se convierten en la voz de una generación. Huelga de Hambre, formada en 1994, es una de ellas. Este 29 de noviembre, el cuarteto peruano vuelve al escenario de La Noche de Barranco para una presentación que promete encender las emociones de aquellos que vivieron sus años dorados. Con un sonido crudo y directo, la banda nos invita a reencontrarnos con ese grunge furioso que marcó los años noventa en el Perú. Su álbum Máquina y Espíritu (1998), un verdadero hito, sigue resonando como un símbolo de lucha y resistencia.

Huelga de Hambre nació en un contexto donde el desencanto y la búsqueda de identidad empujaron a sus integrantes a canalizar sus inquietudes en música. Jhovan Tomasevich, Hugo Vecco, Diego Larrañaga y José Gallo, crearon una atmósfera que reflejaba la sensación de desesperanza que recorría la sociedad de aquel entonces. En sus letras, encontrábamos desolación, pero también una feroz voluntad por transformar ese caos en energía, en pura catarsis. Desde sus primeras presentaciones, la banda capturó la atención de una audiencia que se reconocía en esas canciones como en un espejo.

El reencuentro del 29 de noviembre será una oportunidad para sentir nuevamente esa conexión visceral que solo la música en vivo puede generar. Temas como «Clon» o «Basura» volverán a latir con la misma intensidad de siempre, guiados por la pasión intacta de sus creadores.

Las entradas ya están disponibles a través de Joinnus, y los más fieles seguidores tendrán la chance de adquirir ediciones especiales de su material, como el clásico Máquina y Espíritu en formato vinilo, además de otros recuerdos que quedarán como testimonio de este encuentro. La preventa estará activa hasta el 15 de noviembre, y aquellos que adquieran el CD en esta etapa podrán recibirlo junto con un poster exclusivo, en el emblemático Café Los Silencios o el día del show.

La cita está marcada. El 29 de noviembre, La Noche de Barranco será el epicentro de un reencuentro necesario. Será una velada para recordar, pero sobre todo, para sentir.