La magia vuelve al escenario: Roberto Carlos en Lima

Roberto Carlos tiene un don único: su música no conoce tiempo. Cada canción es un refugio donde las emociones encuentran formas de expresarse, ya sea a través del amor, la nostalgia o la amistad. Este 3 de marzo de 2025, el cantante brasileño regresa a Lima para llenar el Arena 1 de la Costa Verde con sus himnos que han acompañado a millones de personas a lo largo de décadas. Las entradas estarán disponibles en Ticketmaster con una preventa especial del 18 al 20 de diciembre para clientes BBVA.

Hablar de Roberto Carlos es sumergirse en la historia de una voz que ha dado vida a éxitos imborrables como «Cama y mesa», «Detalles» y «Amigo». Su catálogo, con más de 60 álbumes en español y portugués, es un homenaje a la constancia y el cariño hacia sus seguidores. A sus 82 años, el artista sigue construyendo momentos memorables con nuevas creaciones, como «Yo ofrezco flores» (2023), una canción que confirma que la inspiración sigue siendo parte de su día a día.

Su trayectoria está marcada por reconocimientos que reflejan su impacto cultural. Desde el galardón de Sony Music en 2010 por la venta de más de 100 millones de discos hasta su homenaje en los Latin Grammy en 2020, Roberto Carlos continúa siendo un puente entre generaciones. En Perú, su música encuentra un lugar especial, trascendiendo diferencias de edad y haciendo del tiempo una excusa perfecta para disfrutar de un artista que nunca deja de emocionarnos.

El concierto será un encuentro de historias compartidas y emociones renovadas. Las canciones, esas que se han escuchado una y otra vez en tantos momentos de la vida, adquirirán una nueva fuerza cuando sean interpretadas frente a miles de voces. Habrá espacio para la introspección, pero también para la alegría y la conexión.

Roberto Carlos regresa con la misma calidez que lo caracteriza, dispuesto a convertir esa noche en Lima en algo que habite en la memoria de quienes se den el lujo de estar presentes. Porque la verdadera magia está en lo que sucede durante cada una de sus interpretaciones, donde todo parece detenerse y solo importa lo que su voz tiene por decir.

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